viernes, 6 de abril de 2012

Contestación a Lorena J. Saavedra

El lunes 13 de febrero del presente año, una buena amiga me dedicó una entrada en su blog: La semiosis infinita con el titular: Las anotaciones de Kevin. Me sorprende la perspectiva que Lorena J. Saavedra tiene de mi: "un chico de lentecillos y carita risueña, que además goza del aprecio desmedido del mundillo académico"

Son increíbles aquellas palabras, me sacaron una sonrisa enorme. Jamás recibí tan espléndido honor de estar presente en un entrada de una bloguera por excelencia. Pues, es mi turno de corresponderle a tan preciado escrito: Desde hace años, yo comencé a navegar en el mundo de la gramática por las clases de mi maestra Susana Reyes, poeta por excelencia y docente nato del idioma de Cervantes. Cuyas aventuras que viví en la materia de Gramática y Redacción Superior y Taller de Creatividad y entre otras cosas; me dio la oportunidad de conocer a Lorena J. Saavedra, una joven morenita que aprecia desmedidamente el mundo de la literatura y de la gramática. Gente como ella son especies en peligro de extinción, y eso que ella no es de mi generación, pero la distancia del tiempo no nos impide que compartamos juntos la aventura de enseñar y corregir redacción a los chicos de Técnicas de Redacción, cuya clase imparte en la Escuela de Arquitectura de Interiores.

Jamás había trabajado con alguien que rompe el esquema académico y se dedica a buscar, de manera creativa,  nuevas formas de enseñar a escribir. Sabemos que no hay libro que nos enseñe a escribir bien, es cuestión de práctica y disciplina. Esto lo traigo a relación, porque en su entrada de blog ella comenta que se sorprende de la chorrera de ceros que le presente. No crean, yo me jacto de decir que me gusta quebrar alumnos, pues es mentira, me sorprende que hoy cuesta luchar constantemente contra el mal que maneja el sistema educativo nacional del país.

Luchamos contra ese mal, no importa la edad y el cargo que ocupamos. Siempre nos las ingeniamos para educar y enseñar la parte más difícil de un idioma materno, influido por el malinchismo y la preferencia de un segundo idioma....

Hoy no nos queda de otra que aplicar una nueva receta que alivie el malestar al que nos dedicamos vencer.
Lorena J. Saavedra es de esas mujeres que no se dan por vencidas, aunque la corriente empuje más fuerte que uno.

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