lunes, 26 de abril de 2010

Amenza real



Soy capaz de hacerlo...

miércoles, 21 de abril de 2010

El mejor oficio: Comunicador

Para ser un buen redactor se necesita el vasto conocimiento de la Gramática y sus ramas; pero este desconocimiento del uso adecuado de la lengua "español", no toda la culpa la tiene un sistema educativo, está en nosotros como individuos el no ser "autodidáctas" para el crecimiento de nuestro bagaje cultural.




























Gabriel García Márquez (escritor colombiano) expresa su preocupación de las Escuelas que forman periodistas y comunicadores, cuando antes un buen periodista se dedicaba al oficio: devoto de la lectura y esclavo de la pluma. Pero se requiere de disciplina para madurar en la forma escrita. Sé que hay muchos avances tecnológicos y que eso nos mantiene a un nivel de comodidad increíble, pero de todos los que estudian Ciencias de la Comunicación se destacan de diferente manera, hay gente que si se dedica al oficio de escribir en prensa escrita y le importa su trabajo, pero hay comunicadores que hacen sus trabajos a la carrera y por salir del compromiso, olvidan corregir estilo, cambiar datos, mantener mejores fuentes de información, saber escuchar y escribir correctamente, los fonemas articulados del entrevistador pero manteniendo el orden necesario que establece la semántica, la morfología, la sintaxis, la prosodia y la pragmática, cosa que no se realiza con puntualidad.

La realidad en Iberoamérica es distinta e independientemente eso no cambia nuestra posición de ser comunicadores de lo que acontezca. El perfil de un comunicador radica en su credibilidad, persuasión, similitud, la imparcialidad y la creatividad de informar a la audiencia (independientemente en el medio social en que se desarrolla) Necesitamos con urgencia corregir los errores de gramáticas cometidos en nuestra lengua materna, pero eso eso depende de uno mismo.

Cuando uno es autodidácta, devoto a la lectura y esclavo de la pluma, es un plus gigantezco que marca la diferencia entre los demás. Sé que se necesitan talleres o escuelas que ayuden al caos que cometemos con la comunicación escrita; pero El Salvador, tiene un proyecto que procura que esto se termine, se firma un convenio entre la Universidad Dr. José Matías Delgado y el Ministerio de Educación para la creación de la Escuela de Jóvenes Talentos en Letras, trabajando con tres áreas específicas: FDL (Futuros Docentes en Letras), TNL (Talento Nacional en Letras) y FCS (Futuro Comunicador Social) y las tres combinadas tienen un pensúm dedicado a la redacción, ortografía y a la lectura y pensamiento crítico (esto último no lo tenemos incluido en ningún programa de Educación Nacional) poco a poco se dan a conocer los frutos cosechados. La redacción y la ortografía son un aprendizaje más de la vida y continua; todos nos equivocamos, pero uno aprende con el tiempo.

Comunicador Social, sé autodidácta y ejercita la lectura comprensiva y crítica y los resultados del aprendizaje serán recompensador. Estoy de acuerdo con García Márquez en la creación de un nuevo periodismo en Iberoamérica, pero para eso hay desaprender lo aprendido y aprender lo nuevo, no es de la noche a la mañana que tendremos los frutos requeridos, pero con el tiempo tendremos comunicadores efectivos que lograrán manejar adecuadamente el poder de la palabra.

Para más información, lean el discurso de García Márquez:http://www.fnpi.org/fileadmin/documentos/imagenes/Maestros/Textos_de_los_maestros/elmejor.pdf

miércoles, 7 de abril de 2010

martes, 6 de abril de 2010

Epístola a Monseñor Oscar Arnulfo Romero

San Salvador, 06 de abril de 2010

La paz cierra la cripta de los mártires
y los deja dormir, para que olviden
que la tierra es el sitio pavoroso
donde todos los miedos son posibles.
Bien se merecen su corona de oro,
bajo la condición que se duerman.
Devocionario, de David Escobar Galindo


Injusta es la vida Monseñor Oscar Arnulfo Romero, te priva de libertad y de superación; ya son 30 años de tu muerte y nada cambia. Sólo sé que dos bandos han hecho la paz, pero nada ha cambiado. Ya son 18 años de cese al fuego de la guerra civil; pero esta guerra continua, ya no es política, hoy es fraternal, esto se debe a un nuevo grupo de individuos que han decido tomar la ley por su propia mano, este grupo cometen las mismas atrocidades que ejecutaban los miembros del Escuadrón de la Muerte o de la guerrilla (que hoy es un partido político). Y nadie hace nada.

La hazaña de gritar contra la violencia ha muerto, tú fuiste el último que se enfrentó a los monstruos, hoy nadie se atreve. ¿No sé cuál es el miedo? Poetas han dejado su canto en tinta, pero nadie los escuchas.

Húndete en la ceniza, perra de hielo,
que te trague la noche que te procrea;
por la sangre en el viento, no en su recinto,
dondequiera que nazcas, ah dondequiera,
sin descanso de estirpes, años y mares,
sin descanso, violencia, maldita seas.
Duelo ceremonial por la violencia, David Escobar Galindo

Y el canto está allí, nadie lo escucha. El Salvador ha olvidado la necesidad de la paz, la libertad, la perseverancia, el esfuerzo, el respeto. Olvida sus significados y sus prácticas, ¿Qué clase de sociedad somos ahora? Monseñor Romero me pregunto ¿Qué hubiese sucedido con mi generación si usted no hubiese denunciado las atrocidades de la guerra civil? Tal vez, usted siguiera vivo y seguiríamos viviendo bajo el miedo de expresarnos; pero gracias a usted, nos expresamos aunque los monstruos políticos nos ignoren, pero seguimos con vida. Pero ¿este grupo de individuos llamados “mareros” son nuestra debilidad? Nos llevan al miedo, a la soledad, a provocar violencia, nos enseñan a odiar, nos dan incertidumbres, nos exilian del país. Nada cambia, es el mismo juego que se jugaba en su época. Mi Patria sangra, al igual que el 24 de marzo de 1980, cuando celebraba la misa en la Iglesia Divina Providencia (no estuve allí, ni siquiera existía, pero me dolió tu muerte) y tus últimas palabras fueron: “Que este cuerpo inmolado y esta sangre sacrificada por los hombres nos alimente también para dar nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí, sino para dar conceptos de justicia y de paz a nuestro pueblo. Unámonos pues, íntimamente en fe y esperanza, a este momento de oración por doña Sarita y por nosotros” y te asesinaron sin piedad, ya estaba planeado por miembros de seguridad del hijo del Presidente de la República, Mario Molina, y el presidente de la Asamblea Constituyente, el Mayor Roberto D’Abussion y tuvieron el descaro de desmentirlo, así es la política en mi país, ruda y negadora de la verdad. Así mi querido Monseñor, te mataron pero tu lucha no ha muerto, miles de feligreses hemos conmemorado tu vida y muerte, eres santo, El Salvador te ha canonizado; pero aún tenemos miedo, la incertidumbre nos carcome por dentro, la muerte acecha nuestras vidas, pero retomaré tus últimas palabras, tal vez logré sembrar un granito de esperanza.

Les hablo a los delincuentes, asesinos, jefes de pandillas y miembros de pandillas, para decirles que no deben matar ni robar a sus hermanos. Les digo que la ley de Dios prohíbe matar y robar y esa ley prevalece sobre cualquier otra. Que no deben obedecer ninguna orden de matar y de robar a nadie: “En nombre de Dios y en nombre de este pueblo sufrido, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, ¡les ordeno, en nombre de Dios; cese a su represión!