b. Punto de vista izquierdista:
Dagoberto Marroquín en su libro Apreciación sociológica de la independencia salvadoreña, define que el movimiento emancipador, para El Salvador y Centroamérica es «un proceso revolucionario que se inicia en 1811 y culmina en 1821»y que para 1810, San Salvador ya era un nicho político insurgente que quiso modificar su organización social, económico, político e ideológico; debido a que la sociedad colonial presentaba un sistema de estados sociales abigarrado de castas. Marroquín define, en su libro, los roles jerárquicos sociales de la colonia: los peninsulares, son encomenderos, nobles, altos funcionarios de la Corona y del poder eclesiástico, comerciantes y artesanos; los criollos son funcionarios secundarios y dignatarios eclesiásticos, hacendados, rentistas, mineros y parásitos; los mestizos son aquellos pequeños comerciantes y agricultores pequeños que eran considerados como parásitos y malvivientes; los mulatos, clase social minoritaria que estaban sometidos a las leyes discriminadoras que iban desde la prohibición de vestirse como europeos. Lo más característicos de ellos es que siempre que protestaban lo hacían en forma colectiva; y los indios son los trabajadores de campo y el estrato más bajo de la pirámide social. Para el año de 1810, los criollos dirigirían la lucha a su manera, reclamando cambios constitucionales, sin utilizar la acción directa del descontento de las masas hacia las autoridades del Reino de Guatemala. Fue un período difícil para todos, puesto que escuchaban rumores, chismes políticos, leyendas de desorientación y la inseguridad del sendero que recorría la política y la economía del reino español y de sus respectivas colonias. Fue, este descontento que hizo estallar el levantamiento la noche del cuatro de noviembre de 1811. Dagoberto Marroquín, describe en una línea de nueve puntos los sucesos de los levantamientos en la provincia de San Salvador y que dichos levantamientos se tendían a:
1. Brotes espontáneos de rebeldía.
2. Los tres levantamientos en: San Pedro, Santiago Nonualco y Tejutla, son realizados, exclusivamente, por indígenas.
3. En todos los levantamientos, incluyendo el de San Salvador, participan masivamente indios y mestizos.
4. Los movimientos sociales tienden a ser de carácter espontáneo, por lo tanto, carecen de planes estratégicos y de medidas organizativas.
5. Todos los objetivos propuestos son vagos y generales.
6. Los criollos se incorporan a los movimientos para calmar y liquidar el ímpetu revolucionario.
7. Los criollos se aprovechan de la debilidad ideológica de los rebeldes y toman la dirección de los movimientos.
El movimiento de San Salvador fue la obra maestra de estrategia política de los criollos, pues en él se lograron grandes aspiraciones. Un plan, que según las diversas fábulas de esta historia, han llevado a la gloria a los próceres pero que se olviden a los millares de ladinos, indios y anónimos que se involucraron en este primer intento de cambiar la realidad. Dagoberto Marroquín hace una comparación de documentos históricos y el texto Procesos por infidencia, en un orden cronológico para conocer adecuadamente los sucesos de la noche del 4 al 6 de noviembre:
1. Antes de la rebelión, se sabe que por la abundancia de rumores que provocaron un descontento general. Esto le sirvió a los criollos para presionar cambios en la administración y una táctica de los agentes del emperador francés, Napoleón Bonaparte y a su hermano José I de España que estaba usurpando el trono de Fernando VII, para sembrar la confusión política.
2. El 4 de noviembre, bajo las órdenes de la Capitanía General del Reino de Guatemala y el arzobispado, se le acusó al P. Manuel Aguilar de infidencia y comunicación con los rebeldes mexicanos y por ello fue encerrado. El P. Nicolás Aguilar fue forzado a compararse ante las autoridades del Reino. En la noche del 4 de noviembre, el intendente Antonio Gutiérrez y Ulloa mandó a armar a todos los europeos y allegados, por lo tanto, toda la masa se alborota y piden al P. José Matías Delgado que pueda confirmar lo que les pasó a los cura Aguilar. Al enterarse, Matías Delgado se dirige a la casa de Gutiérrez y Ulloa para solicitarle la libertad del sacerdote detenido y no la comparecencia del otro a Guatemala. El intendente se excusa que él cumple órdenes superiores y por ello, se desborda la indignación popular. La violencia provocada por las masas aumenta y de ello, los criollos se aprovecharon y quisieron calmar a la masa y controlar la situación.
3. Apaciguadas las masas por la intervención de los líderes criollos: Matías Delgado, Bernardo Arce, Manuel José Arce, Leandro Fagoaga y entre otros. Al día siguiente, muy tempranito, el intendente de San Salvador tocó las campanas del cabildo y para su sorpresa, se reunió más gente de la que había. Los criollos pierden el control y la gente exige una acción directa sobre los europeos.
4. Se calman las masas y se elige a una nueva autoridad: Como alcalde de primer voto es Bernardo Arce.
5. El intendente y los europeos llegan a la Junta Popular, lo que pierde el control de las masas, pero el primer alcalde y el P. José Matías Delgado y le piden a estos que depositen su confianza en los españoles americanos.
6. El 6 de noviembre, Bernardo Arce, renuncia y lo sustituye Leandro Fagoago y se elige a nuevas personas criollas que estén a cargo de San Salvador, cuyos miembros hacen su juramento de lealtad a Fernando VII y a la fe católica. En la elección se restringe la participación de ladinos e indígenas y solo los multaos honrados, pueden participar en dichas elecciones.
Esa es una visión nueva de la maravillosa historia del Primer Grito de Independencia, Aunque Dagoberto Marroquín afirma que la oposición de los criollos al movimiento insurgente de noviembre pone en evidencia dos hechos importantes:
1. Las autoridades criollas elegidas por diversas juntas seguían reconociendo, a escondidas, la autoridad del intendente español, Gutiérrez y Ulloa, a quién el pueblo destituyó y quiso matar el 5 de noviembre, efectivamente, Don y Leandro Fogoaga renuncia ante el funcionario español y no ante el pueblo.
2. El manifiesto leído por José Matías Delgado en la iglesia parroquial, indica que el nuevo intendente, José de Aycinena condena categóricamente el movimiento de 5 de noviembre, en este se lee que el país fue arrastrado al torrente de las convulsiones populares que desgraciadamente agitaron esta ilustre ciudad,
Entonces ¿Qué significa la independencia para los criollos?
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