¿Qué sucederá ahora?

El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.
Jorge Luis Borges

Uno duda si regresará vivo a casa nuevamente, se desconoce lo que el día le tiene preparado a uno. ¿Viviremos en un caos o en un orden? Sé que sufrimos por las malas acciones que cometemos; pero ¿realmente se asocia esto con el manejo del destino o son producto de la búsqueda de nuestra libertad?




La incertidumbre es constante en la realidad salvadoreña, y con esto hago constar que uno desconoce si es su último día de vida, o sí ya no verá a un ser querido (familiar, amigos, compañeros, maestros, etc.) Pero ¿se hace algo al respecto?, ¿será que la violencia se genera por la anarquía?, ¿podrá ser las consecuencias de una libertad ansiada que conlleva al caos? Determinemos que lo que sucede alrededor se debe a las acciones que ejercemos dentro de la sociedad, sin importarle si daña a otros o no.

El caos es la supuesta casualidad ante los eventos que ocurren; y según el aporte filosófico y epistemológico, es aquella en que el hombre atiende los eventos que le ocurren con una gran incapacidad; a lo que se asumió el concepto del azar (profano al destino) y a la necesidad (sentimiento natural que empuja a buscar un orden de los eventos) y se ejemplifica con el texto de Jorge Luis Borges (La lotería de Babilonia) y desciframos que la incertidumbre (como posibilidad) se enlaza con el caos, el orden, el destino y la libertad. Aunque ninguno se relaciona (esto debido a que la realidad es absoluta e incontenible) se destaca la identificación de las acciones de un pueblo con otro. En literatura descubrimos conocimiento a través de la realidad, y Jorge Luis Borges conduce su narración a “La culpa, el pecado original” el enlace perfecto entre los vinculantes de la incertidumbre. Opino que el caos es necesario para reestablecer un orden; pero ¿necesita el orden un reestablecimiento para regir una sociedad que evoluciona constantemente?

El orden es la propiedad emergente que ayuda abrir nuevos sistemas para mantener una organización esencial para la sociedad. ¿Habrá orden el la sociedad salvadoreña? Realmente no, porque aquí cada quién hace lo que se antoja (no se respeta la normativa que rige a la sociedad); pero ¿será que la sociedad salvadoreña necesita el caos para despertar del salvajismo y tomar la decisión de evolucionar en una sociedad moderna? Sí y es urgente generar conciencia; suprimir gobiernos que quieren controlar a la masa poblacional en sus gustos y preferencias, en su ideología, en su religión, en su vida laboral y persona, debemos abrir nuevas puertas que conduzcan a una práctica efectiva de valores y regirnos fuera del salvajismo. ¿Será que esto se conecta con el destino?

El destino es el fenómeno que tiene distintos caminos; tales como: fatal, irreversible, etc. Pero en literatura lo aplicaremos al poder evocador, en relación a la vida y las posibilidades de entender y representar eventos de la realidad. En la sociedad salvadoreña, es fatal que toda una estructura provoque un caos total, es decir, manipula la vida de cada salvadoreño (el sistema que rige el país) en el cuento de Jorge Luis Borges, descubrimos a un monopolio que dirige a la sociedad de Babilonia.

La libertad es el ejercicio de realizar diferentes acciones, sólo que tiene un límite. En el caso de El Salvador, se confunde el término de la libertad con el libertinaje. Es necesario cambiar de actitud ante la realidad que vivimos, sólo nosotros somos capaces de resolver los problemas nacionales (pero con la condición que exista una voluntad verdadera)

En síntesis, el caos es necesario para reestablecer al orden, el orden creará el escenario perfecto para que el destino y la libertad puedan ejercerse adecuadamente. La solución ante esta realidad absoluta, es que maduremos y que nos propongamos a evolucionar del salvajismo a ser seres pensantes. Sé que si el salvadoreño decide cambiar, tendremos un cambio radical que nos llevará a desarrollarnos mejor y estableceríamos una estabilidad en la que la incertidumbre ya no existiría.