miércoles, 26 de octubre de 2011

Primer grito de Independencia: Plan de los Insurgentes

b. Punto de vista izquierdista:

Dagoberto Marroquín en su libro Apreciación sociológica de la independencia salvadoreña, define que el movimiento emancipador, para El Salvador y Centroamérica es «un proceso revolucionario que se inicia en 1811 y culmina en 1821»y que para 1810, San Salvador ya era un nicho político insurgente que quiso modificar su organización social, económico, político e ideológico; debido a que la sociedad colonial presentaba un sistema de estados sociales abigarrado de castas. Marroquín define, en su libro, los roles jerárquicos sociales de la colonia: los peninsulares, son encomenderos, nobles, altos funcionarios de la Corona y del poder eclesiástico, comerciantes y artesanos; los criollos son funcionarios secundarios y dignatarios eclesiásticos, hacendados, rentistas, mineros y parásitos; los mestizos son aquellos pequeños comerciantes y agricultores pequeños que eran considerados como parásitos y malvivientes; los mulatos, clase social minoritaria que estaban sometidos a las leyes discriminadoras que iban desde la prohibición de vestirse como europeos. Lo más característicos de ellos es que siempre que protestaban lo hacían en forma colectiva; y los indios son los trabajadores de campo y el estrato más bajo de la pirámide social. Para el año de 1810, los criollos dirigirían la lucha a su manera, reclamando cambios constitucionales, sin utilizar la acción directa del descontento de las masas hacia las autoridades del Reino de Guatemala. Fue un período difícil para todos, puesto que escuchaban rumores, chismes políticos, leyendas de desorientación y la inseguridad del sendero que recorría la política y la economía del reino español y de sus respectivas colonias. Fue, este descontento que hizo estallar el levantamiento la noche del cuatro de noviembre de 1811. Dagoberto Marroquín, describe en una línea de nueve puntos los sucesos de los levantamientos en la provincia de San Salvador y que dichos levantamientos se tendían a:

1. Brotes espontáneos de rebeldía.

2. Los tres levantamientos en: San Pedro, Santiago Nonualco y Tejutla, son realizados, exclusivamente, por indígenas.

3. En todos los levantamientos, incluyendo el de San Salvador, participan masivamente indios y mestizos.

4. Los movimientos sociales tienden a ser de carácter espontáneo, por lo tanto, carecen de planes estratégicos y de medidas organizativas.

5. Todos los objetivos propuestos son vagos y generales.

6. Los criollos se incorporan a los movimientos para calmar y liquidar el ímpetu revolucionario.

7. Los criollos se aprovechan de la debilidad ideológica de los rebeldes y toman la dirección de los movimientos.

El movimiento de San Salvador fue la obra maestra de estrategia política de los criollos, pues en él se lograron grandes aspiraciones. Un plan, que según las diversas fábulas de esta historia, han llevado a la gloria a los próceres pero que se olviden a los millares de ladinos, indios y anónimos que se involucraron en este primer intento de cambiar la realidad. Dagoberto Marroquín hace una comparación de documentos históricos y el texto Procesos por infidencia, en un orden cronológico para conocer adecuadamente los sucesos de la noche del 4 al 6 de noviembre:

1. Antes de la rebelión, se sabe que por la abundancia de rumores que provocaron un descontento general. Esto le sirvió a los criollos para presionar cambios en la administración y una táctica de los agentes del emperador francés, Napoleón Bonaparte y a su hermano José I de España que estaba usurpando el trono de Fernando VII, para sembrar la confusión política.

2. El 4 de noviembre, bajo las órdenes de la Capitanía General del Reino de Guatemala y el arzobispado, se le acusó al P. Manuel Aguilar de infidencia y comunicación con los rebeldes mexicanos y por ello fue encerrado. El P. Nicolás Aguilar fue forzado a compararse ante las autoridades del Reino. En la noche del 4 de noviembre, el intendente Antonio Gutiérrez y Ulloa mandó a armar a todos los europeos y allegados, por lo tanto, toda la masa se alborota y piden al P. José Matías Delgado que pueda confirmar lo que les pasó a los cura Aguilar. Al enterarse, Matías Delgado se dirige a la casa de Gutiérrez y Ulloa para solicitarle la libertad del sacerdote detenido y no la comparecencia del otro a Guatemala. El intendente se excusa que él cumple órdenes superiores y por ello, se desborda la indignación popular. La violencia provocada por las masas aumenta y de ello, los criollos se aprovecharon y quisieron calmar a la masa y controlar la situación.

3. Apaciguadas las masas por la intervención de los líderes criollos: Matías Delgado, Bernardo Arce, Manuel José Arce, Leandro Fagoaga y entre otros. Al día siguiente, muy tempranito, el intendente de San Salvador tocó las campanas del cabildo y para su sorpresa, se reunió más gente de la que había. Los criollos pierden el control y la gente exige una acción directa sobre los europeos.

4. Se calman las masas y se elige a una nueva autoridad: Como alcalde de primer voto es Bernardo Arce.

5. El intendente y los europeos llegan a la Junta Popular, lo que pierde el control de las masas, pero el primer alcalde y el P. José Matías Delgado y le piden a estos que depositen su confianza en los españoles americanos.

6. El 6 de noviembre, Bernardo Arce, renuncia y lo sustituye Leandro Fagoago y se elige a nuevas personas criollas que estén a cargo de San Salvador, cuyos miembros hacen su juramento de lealtad a Fernando VII y a la fe católica. En la elección se restringe la participación de ladinos e indígenas y solo los multaos honrados, pueden participar en dichas elecciones.

Esa es una visión nueva de la maravillosa historia del Primer Grito de Independencia, Aunque Dagoberto Marroquín afirma que la oposición de los criollos al movimiento insurgente de noviembre pone en evidencia dos hechos importantes:

1. Las autoridades criollas elegidas por diversas juntas seguían reconociendo, a escondidas, la autoridad del intendente español, Gutiérrez y Ulloa, a quién el pueblo destituyó y quiso matar el 5 de noviembre, efectivamente, Don y Leandro Fogoaga renuncia ante el funcionario español y no ante el pueblo.

2. El manifiesto leído por José Matías Delgado en la iglesia parroquial, indica que el nuevo intendente, José de Aycinena condena categóricamente el movimiento de 5 de noviembre, en este se lee que el país fue arrastrado al torrente de las convulsiones populares que desgraciadamente agitaron esta ilustre ciudad,

Entonces ¿Qué significa la independencia para los criollos?

martes, 18 de octubre de 2011

Primer grito de Independencia: Plan de los Insurgentes

Los levantamientos en El Salvador.

a. Punto de vista conservador:

El 4 de noviembre de 1811, un grupo de mestizos se reunió en la casa del intendente de San Salvador, Antonio Gutiérrez y Ulloa[1] para exigirle la seguridad de sus sacerdotes, debidos que el arzobispo de Guatemala, Casáus ordenó la captura de los presbíteros hermanos Aguilar[2], por supuesta correspondencia con los rebeldes mexicanos y corría el rumor que Bernardino Molina intentaba asesinar al P. José Matías Delgado por convocar a los vecinos del barrio de Candelaria para capturar a otros sacerdotes de la provincia. El P. Vicente Aguilar salió huyendo de San Pedro Perulapán. Mientras tanto, los barrios vecinos de San Salvador fueron convocados por sus respectivos alcaldes a protestar en la casa de Gutiérrez y Ulloa. Este no pudo satisfacer las exigencias de los manifestantes y ordenó que los peninsulares se armaran. Las protestas fueron controladas por la intervención de los dirigentes criollos, entre ellos Mariano Fagoaga, asistente del intendente. El 5 de noviembre, el intendente mandó a tocar las campanas del cabildo para deliberar sobre los sucesos de la noche anterior. Se reunieron más vecinos que el día anterior. El intendente se mantuvo en su casa y las autoridades le pidieron al P. José Matías Delgado apaciguar a la gente, a pesar de sus palabras, el levantamiento popular pedía el arresto de Gutiérrez y Ulloa y del resto de los europeos. Y a petición de los criollos, (entre ellos, Manuel José Arce, Bernardo Arce, José Matías Delgado, entre otros), se eligió como alcalde a Bernardo Arce y como representante a su hijo, Manuel José Arce (ambos parientes de los padres Aguilar). Los acuerdos discutidos por las autoridades y los líderes criollos fueron: Conceder las peticiones de las masas a cambio de respetar la vida del intendente y el resto de los europeos.

Al día siguiente, se eligió un nuevo gobierno en San Salvador, se nombró como nuevo intendente a José Mariano Batres y al nuevo ayuntamiento, conformado por: Leandro Fagoaga, José María Villaseñor, Bernardo Arce, Domingo Durán, Juan Delgado, Fernando Silva, Manuel Morales, Miguel Rivera, Francisco Vallesco, Tomás Carrillo y Juan Manuel Rodríguez. En el acta de toma de posesión juraban lealtad al rey Fernando VII y que quedaban bajo mando de las Cortes Gaditanas y de la fe católica. El 8 de noviembre,

Manuel José Arce redactó aclaró un documento para las autoridades de la Capitanía General de Guatemala sobre los sucesos que se vivieron en San Salvador, por supuesto, desde la perspectiva criolla que afirma que: Los grupos vecinos de los barrios recorrieron las calles, capturaron algunas comerciantes y apedrearon las residencias españolas. Luego, asaltaron la sala de armas y se apoderaron de unas cuentas, pues los 700 fusiles ya habían sido enviados a Guatemala, por orden de José Bustamante y Guerra en Agosto. Además, el pueblo solicitaba la liberación del P. Manuel Aguilar. Aunque P. José Matías Delgado le rogó al Intendente de San Salvador la liberación de este y de su hermano. La negativa respuesta de Gutiérrez y Ulloa provocó que el público se violento, pidiendo la captura de las autoridades y de todos los europeos. Al ver este conflicto, los criollos participaron en las negociaciones. Por lo tanto, ya reunidos en cabildo abierto, eligieron a nuevas autoridades, asimismo, los criollos se declararon como salvadores que calmaron los disturbios. Para el 7 de noviembre se celebró otro cabildo abierto y se organizó al nuevo gobierno que juró lealtad a su majestad Fernando VII y a la fe católica. He aquí embellecida historia de José Manuel Arce y del resto de los criollos. ¿Cómo lograron hacer todo este movimiento? Pues, el ayuntamiento de San Salvador pidió apoyo a Usulután, Santa Ana, San Miguel, San Vicente, Metapán, Cojutepeque y Chalatenango, que los mismos criollos informaron a las autoridades de estos lugares y los invitaron a organizar un nuevo gobierno. Antonio Gutiérrez y Ulloa, al dejar su puesto, se refugió, con su familia, en un convento dominico hasta el 19 de noviembre de 1811.

De los hechos a los informes que dan fe de estos acontecimientos históricos, se concluye que los criollos se apoderaron de San Salvador, persuadiendo y manipulando a los vecinos de los bariios de la ciudad y reivindicaron el derecho a integrar un gobierno provincial que pudiera defender sus intereses y lo curioso es que la mayoría de los miembros del nuevo gobierno están vinculados a lazos familiares y a propietarios de plantaciones de añil, ganado y del maíz. He aquí el árbol genealógico de los funcionarios: El intendente José Mariano Batres pertenecía a la familia Aycinena. Leandro Fagoaga, cuñado del regidor Bernardo Arce. El regidor Juan Delgado era hermano del P. José Matías Delgado y primo de José Manuel Arce. Manuel Morales era primo y compadre de Arce. Rafael de Aguilar, además de ser miembro de la familia Aguilar y Bustamante, era cuñado de Bernardo Arce y tío de Fernando Palomo. El secretario del ayuntamiento: José Manuel Rodríguez era pariente de los Delgado. Una vez que se aseguraron del poder local, excluyeron a los criollos radicales. Pero ¿Hubo otros levantamientos dentro de la provincia? Pues, ese mismo día se dio otro en Santiago Nonualco, al día siguiente en: Usulután, Chalatenango, Santa Ana y Tejutla. El 17 de noviembre en Metapán, el 24 en Cojutepeque, el 30 en Sensuntepeque, el 20 de diciembre en Usulután, en el cual desalojaron al alcalde y nombraron a otro, y otro en Zacatecoluca, en el cual participó Pedro Pablo Castillo.

Notas

[1] Intendente Colonial de la Provincia de San Salvador en los años de 1805 hasta 1811.

[2] Manuel Aguilar, detenido en Guatemala, Nicolás Aguilar y Bustamante y Vicente Aguilar.

martes, 4 de octubre de 2011

Primer grito de Independencia: Plan de los Insurgentes

Antecedentes Generales

Soy salvadoreño y quiero explorar las venas de la historia de un país, que desde 1881originó las distintas «insurrecciones», «rebeliones», «sublevaciones o voluntades del pueblo» en Centroamérica. Para adentrarme al festejo del Bicentenario del Primer Grito de Independencia, debo conocer las razones de este movimiento. Por ello, debo iniciar mi aventura trazando una ruta histórica de los hechos que cambiaron nuestras vidas. Es fundamental preguntarse ¿Si los próceres que propusieron abiertamente a las masas un plan de insurrección coincidían con sus fines? Porque se dice que el primer grito de independencia buscaba un nuevo sendero para la justicia, el desarrollo y la construcción de una nación incluyente, pero no sometido a los planes del presidente de la audiencia y capitán general, José de Bustamante y Guerra[1]. Un plan que pretendía frenar el ascenso de los criollos, el contrabando e incrementar la producción y el comercio. Estas estrategias provocaron diferentes conflictos con el Reino de Guatemala. Dichas sublevaciones provocaron una mala fama en la historia centroamericana en él y se debió por ser déspota y un verdugo. En realidad, él fue un simple funcionario de la monarquía Borbón. Para ese momento, la monarquía española se desmoronaba, incrementaba la piratería inglesa, crisis económica, las revoluciones independentistas en México y las incertidumbres de los distintos gobiernos no permitieron que Bustamante cumpliera con sus metas y los criollos aprovecharon estas oportunidades para ascender al poder. El capitán General del Reino de Guatemala estaba decidido en detener este avance de los criollos, junto al arzobispo Ramón Casáus y Torres[2] y del intelectual José Cecilio del Valle[3], Bustamante integró una comisión que se encargara de interpretar la Constitución de Cádiz[4] y sobre todo, los derechos relacionados con las elecciones. Esto ofendió a los criollos que el ayuntamiento de Guatemala apeló al gobierno español. José de Bustamante y Guerra ignoró las órdenes del gobierno central de Guatemala, y a finales de 1812, este impidió algunas actividades del ayuntamiento: como publicar la nueva Constitución ni de convocar a fiestas oficiales y demoró la segunda serie de elecciones. En realidad, el presidente de la audiencia estaba en contra de los diputados de la provincia y postergó todo el tiempo que pudo la toma de posesión de estos. Pero ¿Cuál fue la reacción de todo el Reino de Guatemala? Pues, surgen los distintos movimientos subversivos que se realizarán en noviembre de 1811 en San Salvador, el de diciembre de ese año en León, el de abril de 1812 en Granada, el de 1814 en San Salvador y la llamada Conspiración de Belén en Guatemala, fueron movimientos organizados y dirigidos por criollos tendientes todos ellos a darle a este grupo el poder político del que carecían. Esto se debió a que las autoridades españolas eran impotentes para detener un hecho inevitable: La Independencia de Centroamérica.

Notas:

[1] Capitán General del Reino de Guatemala de 1811-1818 y desarrolla una política reformista de corte ilustrado, pero ante la revolución de Hidalgo y Morelos en México preparó tropas en Guatemala y creó el "cuerpo de voluntarios de Fernando VII" y desde su puesto se enfrentó a los constitucionalistas locales, reprimiendo duramente a los insurgentes; se opuso a la constitución de Cádiz de 1812, denunció a su sucesor nombrado Juan Antonio de Tornos, Intendente de Honduras, por supuestas tendencias liberales y así logró su confirmación en su puesto por Fernando VII en 1814. Fue destituido en agosto de 1817 y volvió a España en 1819.

[2] Arzobispo del Reino de Guatemala que encaró las sublevaciones en San Salvador 1811. Además, es reconocido por ser una de las figuras representativas del conservadurismo y uno de los intelectuales más influyentes dentro de la región junto a José Cecilio del Valle. Se conoce que se mostró como férreo opositor ante la erección del obispado de San Salvador por el gobierno salvadoreño en 1824, el cual era encabezado por José Matías Delgado, en la cual el Papa León XII la declaró ilegítima el nombramiento de Matías Delgado. En 1829, fue el primero de los arzobispos de Guatemala en ser expulsado del territorio, hecho que se llevó a cabo en la época de la República Federal. Fue sacado del Palacio Arzobispal a la fuerza, y posteriormente calificado como "traidor a la patria". Murió en el exilio en Cuba

[3] Filósofo, político hondureño y un hijodalgo que por sus sólidos y vastos conocimientos fue funcionario del gobierno de la colonia. Además, uno de los opositores de reconocer a José I de España como rey y redactor del Acta de Independencia de Centroamérica.

[4] Conocida también como La Pepa, fue promulgada en España en el año de 1812. Dicha constitución establecía la abolición del Santo Oficio de la Inquisición, el sufragio universal masculino, la soberanía nacional, la monarquía constitucional y la separación de poderes.